sábado, julio 14, 2007

Qué tal amigos!

Regreso en esta ocasión para seguir posteándoles un par de reseñas de algunos artículos de acampada muy útiles para que si es menester, los agreguen a su equipo.

En esta entrada haré mención especial y recomendación de dos artículos que básicamente sirven para el mismo propósito y que probaron con creces su eficacia, se trata de los Costalitos Calentadores y las Frazadas de Emergencia.

Si estuvieron al tanto de la reseña de nuestra excursión, sabrán que las temperaturas durante nuestra estancia en aquel rincón de la Sierra Tarahumara fueron bastante bajas, una gélida lluvia/agua-nieve estuvo presente la mayoría del tiempo y un viento a veces calmo, a veces rebelde hacía más pesada la caminata cada vez que nos internábamos más y más en camino hacia Guagueyvo.

Asimismo al regreso, uno de los miembros de la excursión (Yenni, para ser más exactos) tuvo principios de hipotermia, y cómo no, si tuvo que pagar de alguna forma factura la caminata de 15 kilómetros que duró alrededor de 6 horas, empapada hasta los huesos bajo las condiciones adversas anteriormente señaladas.

Bien, ya comprendido el contexto les diré que una de las cosas que Gracias a Dios incluí en mi equipo de supervivencia fueron los Costalitos Calentadores. Funcionan de manera muy simple ya que se sacan de su embalaje plástico y mediante una pequeña sacudida automáticamente se activan con el contacto del aire. Pueden llegar a generar hasta 70 grados centígrados (o una temperatura promedio de 57 grados) y son muy prácticos -diría yo indispensables- en una situación de emergencia en climas fríos. Tarda alrededor de unos 10 minutos en llegar a su efecto máximo y puede proveer hasta 10 horas de agradable calefacción.

En el momento en que ciertas partes del cuerpo se encuentran entumidas por exposición al frío, estos diminutos paquetes son ideales para volver la movilidad y recobrar el calor perdido, como fue el caso de nuestra compañerita Yenni. Gracias a ellos, pudo reestablecer su temperatura basal y volver a la normalidad con relativa rapidez.

Otro de los implementos del equipo que utilizamos para contrarrestar la situación de emergencia que corría Yenni, fueron las Frazadas de Emergencia. Éstas son fabricadas de poliéster aluminizado que facilita el reflejo del calor corporal y crea un “escudo térmico” contra la intemperie. Por lo regular sus dimensiones cubren medidas estándar (1.35 x 2.00 mts.). Éstas si son utilizadas en conjunción con los costalitos calentadores pueden darles muy buenos resultados, tal y como demostraron su utilidad ayudando a devolver el calor basal a Yenni en su estado primario de hipotermia.

Otra de las utilidades que pueden contarse de este artículo se incluyen:

- El cobijo de emergencia en caso de no contar con sleeping bag y tener que dormir a la intemperie. (claro, bajo ciertas circunstancias).
- En caso de no contar con una techumbre que nos guarezca de los elementos.
- O en caso de señalización cuando nos encontremos perdidos en lugares inhóspitos, ya que puede generar una gran superficie reflejante, lanzando flashazos de luz solar hacia aviones, barcos o vehículos (según el escenario) que puedan estar buscándonos.

Bien, pues es todo por el momento, ¡¡seguimos en contacto!!

Garrison

Nota: la imagen del producto o productos recomendados o ejemplificados en este texto, se han presentado como apoyo al tema de equipamiento con un afán meramente de exhibición y no lucrativo. Las marcas y productos que se presentan son propiedad privada y registrada de sus fabricantes.

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